viernes, 22 de julio de 2016

Encuentro 89

Un recuerdo para Carlos Nine que acaba de fallecer, del que hablé el año pasado en el mes de julio en este blog, extraña coincidencia. Las redes sociales y algunos medios dieron cuenta de su pérdida y el recuerdo de muchos y distintos protagonistas del quehacer del libro se derramó en afecto.
Pensé que recuperar ese momento era bueno por él y por lo que significa la ilustración como vehículo de significados y sentidos en el libro.
La imagen es de alto impacto, portadora de una manera de pensar la realidad, de interpretarla, es en sí misma “la otra lectura “(Istvan Schritter). Diría que es el otro texto de un libro o de una revista y en muchos casos es el texto.
También aprovecho esta salida para resignificar el rol del autor de LIJ, leemos, a veces,libros magníficamente ilustrados que no manifiestan creatividad y solidez en la escritura.
 Los libros álbum que generaron un movimiento dentro de la Literatura muy importante, no siempre revelan solidez en la escritura. Por eso creo necesario deslindar la autoría textual de los ilustradores. Sé que esta afirmación puede generar malestar. Escribir literatura es un oficio que requiere experticia, no todos los muy buenos ilustradores la tienen. Mi afirmación para ser justa, debería dejar afuera a los libros de LIJ que carecen de este aspecto. Un buen libro, álbum incorporado, debe sostenerse por la unión de las dos escrituras. Y un buen ilustrador, dibujante, artista plástico no está obligado a ser un buen escritor de literatura. Así como un escritor no está obligado a saber ilustrar. Ese todo en uno es “perturbador” para decirlo con matices.
Por lo menos, deberíamos pensar en esto y poner a resguardo las fortalezas en las artes plásticas que se ponen en juego cuando se quieren desplegar en las palabras. Aun cuando el texto escrito sea breve, tiene que ser más que una oración explicativa. Mi afirmación es una generalidad, no pretende ser más que una reflexión con el medidor que lee este blog. 
Carlos NineDibujante, pintor y escultor argentino, nacido Buenos Aires en 1944. Entre los años 1983 y 1990, dibujo innumerables tapas de la revista Humor, historietas en las revistas Fierro, Echo des Savannes, Il Grifo, Co & Co y otras. Sus dibujos aparecieron regularmente en el diario Clarín y la revista Noticias. Ha sido galardonado con premios nacionales e internacionales.
Dice él: "Nací en Haedo, ciudad que supo ser también la patria chica del maestro Alberto Breccia. De niño, después de la escuela matinal, solía pasar las tardes ayudando a mi padre en la zapatería de la calle Juan B. Justo (...)que se llamaba, precisamente, “Casa Nine Hnos.”. Mi estado de embeleso era continuo debido a las relaciones de tipo teatral o sainetero que establecía mi viejo con sus clientes.(…).Los sábados tomaba su violín, se reunía con sus compañeros de la orquesta de tango y animaba los bailes.(...). Siempre aproveché esta oportunidad para acompañarlo con el pretexto de llevarle el violín. (..)Con semejante influencia era evidente que jamás sería contador público nacional. Mi afición por el dibujo era inocua, casi una gracia infantil, hasta que mi viejo tomó la decisión, un día cualquiera, de quitar los zapatos de la vidriera del negocio y exponer para el barrio mis dibujitos. Esa mañana de sábado, pasando casualmente por ahí, no podía creer lo que veía. Dos o tres vecinos ponderaban mi “obra” desde la vereda. Me puse colorado y seguí mi camino, pero ya era otra persona. No tiene sentido agregar que la gracia devino vocación, que estudié en las escuelas de arte Belgrano y Pueyrredón. ( …). Sólo quería destacar la importancia de la caricia en la espalda, en el momento justo, en la época dorada."
Digo yo: fue una de las grandes plumas que interpretó la historia argentina, formó parte de una generación que dejó una marca en el humor de nuestra época.

Libros para compartir:
Ayer fui a la Feria del libro infantil y me encontré con este libro que deseaba reseñar:

Para que sepan de mí, Laura Devetach, 2016. Buenos Aires. Calibroscopio. Un poemario que comprende casi una década de trabajo: 1979 a 1987, escrito en dos etapas y reunidos por Calibroscopio en esta nueva edición con prólogo de Lucía Robledo. Sin dudar lo recomiendo con el alma. Escogí este poema:

Soy como tantas
mujer
que mamó del pecho de sus hijos
y cargó
sus hombros pequeños
con una cruz a cuestas.

Historia de un pulóver azul, Florencia Gattari, 2015. ilustra Marina Zanollo. Buenos Aires. Edelvives.
Una historia de amor entre abuela y nieto. Un pulóver de unión entre ambos y el lenguaje que por momentos se torna poesía, viene y va como las agujas que tejen, habla de la vida y de la muerte, de las pequeñas cosas que nos sobreviven en las que estamos presentes.  Fue un libro Destacado por Alija. Para seguir con poesía va este fragmento:
Tejo una tibieza
para cuando llores y no sepas por qué,
un pruebodenuevo
para cuando no te salga pelar una naranja
y dos puntos de paciencia:
para esperar cada año la primavera.

¡Hola Neurona! Lilia García Bazterra, 2006. Quito, Libresa.
Es una obra premiada que está destinada a los adolescentes, a su intimidad, con un lenguaje coloquial impregnado por el afecto que no cae ni en mandatos ni excesos de advertencias adultas. Muestra un abanico de formas expresivas: texto informativo, apelativo, literario, en forma casual. Está escrito para las mujeres, por eso lo mencionó y se advierte detrás una madre… o una adulta muy comprometida con esas jóvenes a las que les habla.
Por momentos asoman algunos consejos. Si se reeditara, me parece interesante barrer cualquier rastro tutelar. Lo reseño porque quiero rescatar su vigencia.

Para mediadores:
Papeles reunidos sobre Literatura infantil. A lo largo del camino. Carlos Silveyra. 2016.  Buenos Aires.Lugar Editorial.Colección Relecturas.
Escritor, editor, docente, investigador de literatura para niños y jóvenes, Carlos Silveyra reúne en este libro una serie de conferencias dictadas en nuestro país y artículos publicados en España y Francia, entre otros. “Se hace camino al andar”, y a lo largo de ese camino, el autor ha reunido una serie de “papeles” sobre literatura infantil. ( del prólogo) Qué agregar de Silveyra: que se trata de un libro que refleja su trayectoria como especialista de LIJ y formador de mediadores. Una síntesis de experiencias, investigaciones que finaliza con un decálogo escrito con mucho humor " para desalentar lectores". 


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