Tengo la intención de empezar
este año con novedades comentadas sobre algunos temas y autores en particular
que a su vez iluminen espacios nuevos o enriquezcan los ya conocidos.
Siempre desde lecturas sesgadas
pues no tengo acceso a los libros editados por todas las empresas que se
dedican a la LIJ. Reparé en escrituras
literarias, en aquellos textos que se corren de las fórmulas fijas de
intercambio, de los enfoques hechos a la medida de un posible lector niño.
Reiterado hasta el cansancio
para leer literatura hay que desconectar el “piloto automático del habla” con el que vivimos a diario y armar un
texto diferente, creativo que integre las reglas básicas del constructo
literario.
Estamos siempre parados en el
mismo punto de largada con diferentes temas. Leo editadas, buenas propuestas
de escritura que no se aproximan a la literatura. No hay ese amasado de ideas,
puestas en palabras con el tono, el estilo y la fuerza de un escrito literario.
La prudencia y los años de trabajo ponen freno al deseo de transcribirles un
fragmento de lo que “no es”. De inmediato se impone lo que es: “hace tiempo que los recuerdos más antiguos de pequeña no volvían a su cabeza,
pero ahora, sin poder evitarlo, se acuerda del primer día en que vio a sus
padres. Le parecieron raros, casi de otro planeta: con las narices muy grandes,
con los ojos saltones. Nunca había visto a una mujer con el pelo de otro color
que no fuera negro, así que el pelo de color claro de mamá le pareció horrible,
y también le pareció horrible aquel
hombre que tenía pelos en la cara. Se acuerda ahora, como si todo volviera a
pasar y ella no pudiera borrarlo de la mente, de que lloró mucho, de que gritó, lloró todo el rato durante
aquel viaje tan largo con aquellos seres extraños que le hablaban…. “. (Elvira
Lindo,
Amigos del Alma: 30, 2008, Madrid Santillana infantil.)
Nada es
suficiente, Lydia Carreras. 2017. Buenos Aires. Nube de Tinta.
Este libro merece una pequeña introducción, se lo pedí a la autora
a quien conozco solo a través de intercambios virtuales y como lectora de su
obra.
Mi trabajo sobre género me llevó a pensar que ella tiene una
mirada interesada sobre la adolescencia de las mujeres. No una más, una
diferente. Como lo fueron Sapos de la
memoria de Graciela Bialet, Ojos de
perro siberiano de Antonio Santa Ana, El
infierno de los vivos de Alicia Barberis, y otros más. No me refiero solamente al género
mujer, hablo de género.
Este libro de Lydia Carreras me transportó al abismo de los celos,
de la baja estima, de la falsa virilidad, de los miedos y finalmente de la
violencia.
De un tirón me hice de ese mundo y sufrí con Daniela, mejor dicho
junto a Daniela, la protagonista, quizás porque ella guarda algo de cada mujer,
seguro algo de mí y su evolución hacia el despeñadero es lenta, progresiva,
inexorable. Como lectora, hubiera querido torcer ese rumbo,evitarle el dolor.
Pero como en la vida real, a veces es inevitable.
Y en verdad para ciertos hombres y mujeres, muchas veces Nada es
suficiente. Título que encaja perfectamente con esta historia común,
recomendable para jóvenes y adultos, padres sobre todo, y tías como Cielo y de
las otras también, a ver si despiertan antes de envejecer.
Daniela es una chica de clase media argentina, con padres
profesionales, muy ocupados en sí mismos que la quieren, con un compañero que
la ama a quien ella no registra como enamorado porque él se borra con sus inseguridades y con un novio
que se las trae.
Y no más para contar, mucho para leer y preguntarse: ¿qué pasa con
la mujer y con los varones cuando no
pueden verse con la riqueza personal que les pertenece? ¿Qué familia genera
esas personalidades que se invisibilizan? ¿Por qué la violencia es un mecanismo de acción constante?
Un tema actual, por desgracia para la sociedad, muy bien contado. Me conmovió.
La ilustración de tapa es de Raquel Cané, otro acierto.
Mi comentario quizás tenga poco de literatura. El libro deja
abierta las puertas de muchas preguntas y preferí privilegiar eso de medular
que tiene: abre interrogantes, va hasta el fondo del
problema, no es epidérmico. Hace pensar y en este caso duele.
Será hasta el próximo arrimo. Ya se asoma la Feria del libro Buenos
Aires..