lunes, 5 de octubre de 2015

Encuentro 82

En esta salida, poesía.  El texto que sigue forma parte de una extensa ponencia que leí sobre el tema, quiero compartir con Uds. un pequeño fragmento en el mes de la primavera, qué mejor salida que celebrar con lenguaje emotivo.
“Hablar de poesía es hablar de dos mundos que se vinculan de manera permanente: el de las palabras y el de las emociones. El poema es quizás uno de los pocos productos culturales que nace de lo que desea el corazón, el espíritu o el alma como quieran elegir, sin entrar en disquisiciones semánticas . Y por ser el poema creación desde lo que se siente, invoca palabras conocidas y reiteradas a veces y otras poco frecuentadas pero que inevitablemente hablan de nosotros. El poema no es una simplificación de la emoción es una expansión de un sentimiento y la palabra allí es todo, objeto, sentido, forma y fondo.
Dice Octavio Paz en Corriente Alterna, (1967) que el sentido de una poesía es inseparable se la palabra, es palabra: “el poema no tiene objeto o referencia exterior, la referencia de una palabra es otra palabra. Así el problema de la significación de la poesía se esclarece apenas se repara en que el sentido no está afuera sino dentro del poema, no es lo que dicen las palabras sino lo que se dicen entre ellas…” Y agrega “las verdaderas ideas de un poema no son las que se le ocurre al poeta antes de escribir el poema sino las que después, con o sin su voluntad, se desprenden naturalmente de la obra… La significación no es aquello que quiere decir el poeta sino lo que efectivamente dice el poema.”
Esto erradica la viva pregunta sobre lo que quiere decir el poeta por lo que dice el poema, aquello que transmite. Quizás haya que invocar lo que las palabras interpelan en nosotros,  lo resortes internos que tocan, las emociones que mueven, evocan, descorren.
Quizás esta forma de tener aislada, lejana de lecturas habituales a la poesía en la sociedad, en las instituciones, en nuestras elecciones, responda a poner a resguardo los sentimientos. A no exponerse, instalar la distancia entre lo que se siente y lo que se muestra.
La poesía es una conmoción, es más que  un juego lingüístico, es una intimación interior. En esa intimación la palabra horada más que en un texto narrativo porque su tejido es distinto.”
Dos poemas para cerrar esta introducción, uno en homenaje a Laura Devetach que está celebrando su cumpleaños, el otro, en recuerdo del escritor italiano Gianni Rodari, ambos talentosos.

 ... Érase que se era
un pico
érase una cabeza despeinada
un puñado de plumas
que cantaba.
Y érase también
un corazón de alpiste
que tendía
esta canción lejana
desde el pico
hasta aquí
canción con son
enamorada.
( de Canción y pico, Buenos Aires, Sudamericana)

El tintero 
Qué palabras tan bellas
podrían escribirse
con un rayo de estrella.

Qué palabras de cuento
podrían escribirse
con un hilo de viento.

Pero existe en el fondo
del tintero un tesoro
y escribirá quien lo halle,
con la más negra tinta,
palabra de oro.  

(traducción de Miguel Azaola)

Lecturas para compartir:
Mi libro de recentísima aparición, una amiga lo puso en su muro de FB y de ahí lo copié. Como la palabra es mágica, tienen que imaginar la tapa de color claro y la resolución tipográfica buena.

La construcción del género en la literatura infantil y juvenil. Graciela Perriconi, 2015 Buenos Aires.  Lugar editorial. Copiaré su reseña. Amo esta publicación, breve, y personal.
En palabras de la autora “el objetivo del libro es explorar cómo se ha logrado la construcción de la subjetividad femenina en libros para niños en las últimas décadas. Cómo se fue gestando, quienes lo han hecho y han dejado un camino a recorrer...”
El análisis de escritoras argentinas y latinoamericanas nos abre un universo que nos permite pensar, analizar, abstraer, valorar la palabra escrita. Hacer un recorrido por las distintas mujeres en las cuales nos vemos reflejadas y temas actuales que se visibilizan hoy: violencia, abuso, identidad, diversidad… La LIJ nos enriquecen los modos de conocer, sentir, pensar y mirar el mundo con nuestros lectores. Interrogándonos sobre las cuestiones de género y equidad. 

Lo que escuchó un pajarito, Iris Rivera/ Claudia Degliuomini. 2015. Buenos Aires,  Edelvives. Una muestra de un poema canción que evoca en forma constante los cantos populares a través de un pajarito cantor. Un libro álbum que juega con imagen y texto. Los  personajes que surgen se cruzan y mezclan para crear nuevas canciones. 
De tapa dura y excelente resolución, es juego, poema y canto. La ilustración aporta otra lectura, entre las dos hay un mundo de experiencias lingüísticas para disfrutar.

Celeste y el lapacho que no florecía, Mempo Giardinelli, ilustraciones de Natalia Colombo. 2015. Buenos Aires, Alfaguara. Cuando nace Celeste, su padres plantaron un lapacho que nunca florecía y se hacía notar de los otros que regaban el suelo con su alfombra de flores rosadas. La niña estaba decepcionada frente al árbol que crecía sin dar flores. Hasta que los adultos trataron de mitigar su ansiedad y dejarlo ser. Así fue que sucedió el cambio luego de diez años de espera. Un cuento que propone el ejercicio de actitudes poco frecuentes: la paciencia y la espera. Bien por el autor que estrenó en la LIJ 

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