Este mes de julio se ha teñido con una
nueva partida: la de Beatriz Ferro que murió el jueves 12, si no fuera por el
articulo de Graciela Melgarejo en el diario La Nación y el excelente informe de
Mónica Klibanski en la página virtual del Ministerio de Educación, no se ha hablado de Beatriz.
Ferro fue muy importante para la LIJ
argentina, ha sido una precursora inaugurando colecciones infantiles como la que
dirigió en el Centro Editor de América Latina en 1967, los Cuentos de Polidoro inspirada en la serie Polidoro que Boris Spivacow,
el fundador del CEAL, había realizado
para la editorial Abril.
Más tarde, en 1970 dirigió y escribió El Quillet de los Niños, de la editorial
Arístides Quillet, una enciclopedia en seis tomos y allí captó lo que gustaba a
los chicos: descubrir y experimentar. Beatriz quería en los últimos años hacer una exposición con
las ilustraciones originales de esta obra, deseo que no tuvo mecenazgo.
Hubo más colecciones: Los Cazacosas; Veo y Leo, junto a María
Elena Walsh, para Hyspamérica; ¡Arriba el Telón!; entre otras.
Como poeta fue original y excelente y
además tuvo un talento especial para reconocer la importancia que la
ilustración tenía y tiene en los libros infantiles. Trabajó con los mejores ilustradores:
Breccia, Carlos Nine, Hermegildo Sabat, Barnes, y tantos más… buenos y
maravillosos como Elena Torres que ha sido la gran ilustradora de la obra de
Beatriz, no quiero olvidarme de Clara Urquijo. Por ambas sentía un cariño y admiración
entrañables.
Me he permitido este breve homenaje con
inclusiones personales.Creo que se sentiría feliz de leerlas, así sin
más énfasis.
Ferro era una mujer culta con criterio
propio, muy informada, de escasísima exposición pública.
Dejo estas estrofas del poema Barrio en la Tarde que dedicó a Devoto, su
país en Versos de Bakelita, Sudamericana. 1996. una poemario emblemático, para aproximarnos a su
escritura.
“La
calle/ y un intenso/ injustificado/olor a eucalipto/tendido en el aire/maduro/para
ser cantado./ A lo lejos/el andar de los hombros redondos/al compás/ de unos
hombros cuadrados/.Jardín / las glicinas/. Promesas de azules/en duros racimos
cerrados. La vía/ y el tren/ Vapor frío y escapa/ dorado. “
El
usurpador de la luna llena, Beatriz Ferro, 2004. Grupo editorial Norma. Una serie
de cuentos sobre misteriosos hurtos y robos con humor y algo de suspenso,
necesario para atraer al lector tras los pasos de estos personajes poco comunes. Uno de los
cuentos lleva el título del libro. Las ilustraciones en blanco y negro de
Matías Trillo acompañan muy bien la escritura total de cada narración.
El
caballo de Chuang Tzu, María Teresa Andruetto – Istvansch, 2012.
Comunicarte. Es un cuento chino mínimo bien sintetizado en la contratapa
que no delato para no romper la magia. Hay que destacar una ilustración impecable hecha por Istvan que tiene detalles mínimos y
múltiples, escritura china y por sobre todo, mucho talento a la vista. Editada en rústica y cartoné. El arte en cuento para leer, ver, detenerse y disfrutar.
El teatro de sombras, Michael Ende-
Friedrich Hechelman, 2012, Mac Millan, colección Todos distintos. No suelo
citar las colecciones pero esta es fiel reflejo de su título: no es
homogénea, reúne autores argentinos con extranjeros, temas y antagónicos
e incluye distintos formatos y géneros.
El cuento se centra alrededor de una
mujer, la Señorita Ofelia, que desea ser actriz pero no puede por su voz , trabaja de apuntadora en
el teatro hasta que envejece, la gente no va al teatro de la ciudad y ella se
siente muy desdichada, ahí empieza una historia pocas veces escrita para
chicos, Sombras de ánimas aparecen para guarecerse en el bolsito de Ofelia,
todas las que penan solas y ellas les da cobijo, esas mismas sombras, con una
idea creativa, le devuelven la esperanza.
Sobre el género, del que no me he
olvidado, sugiero esta novedad:
20.25. Quince mujeres hablan de Eva Perón, Lilia Lardone, 2012, Randon House Mondadori, con
prólogo de María Teresa Andruetto. El libro se propone armar el rompecabezas
que describe a la mujer que ingresó a la historia de los argentinos a las 20. 25 del 26
de julio de 1952. Mujeres que eran niñas o jóvenes cuando Eva vivía, recuerdan,
desde distintos colores políticos y clases sociales, cómo influyó la figura de
Eva en sus vidas.
Acaba de salir este libro de mi autoría:
Literatura
Infantil argentina, Tres Miradas.2012. Comunicarte, en la colección
Pedagogía y Didáctica. No tengo el libro pero sé que está en las dos Ferias: la
infantil de Buenos Aires y en la de la provincia de Córdoba también. Espero que tenga buena
vida en manos de quien se quiera asomar a ella. En la próxima salida hablaré de esta publicación que intenta hablar de la LIJ argentina previa y post dictadura, de la lectura y de ese amor que se siente por la buena literatura y por los libros.
Nota al pie:
Está abierto el premio de la editorial
Sigmar para el año 2013. Ya se puede leer en la página institucional edel sello las
condiciones de esta convocatoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario