Es
el
último
post del año, que fue muy productivo para la LIJ y la literatura argentina en
general pues ha sido protagonista activa de la Feria del libro en París por el
centenario de Julio Cortázar y la de Guadalajara plena de actividades que nos
representan. Me pregunto si toda esta “movida cultural” sumada a otras ferias internacionales, locales, actividades que promueven las empresas y las políticas oficiales,
que suman una importante compra de libros para que los chicos de todo el país
tengan acceso al libro, al autor y a la integración educativa, acrecentó
la cantidad de lectores activos, si ha movilizado proyectos lectores intra
institucionales, si se comprende mejor y se hace por entretenimiento,
placer o información.
Una
pregunta que abarca a la comunidad lectora que trabaja y vive de ese objetivo, ¿será
mensurable en términos de personas anhelantes de textos escritos en papel?
Sabemos
ya que la lectura digital es diferente, que el efecto de las pantallas ocasiona
mayor cansancio y menos disfrute, sabemos bastante como para no abandonar
ninguna estrategia que sume, que de eso se trata alfabetizar.
Hay
que luchar contra un sistema de distractores tan grande que abarca desde la TV
hasta los vídeo juegos pasando por las modas marketineras, la superficialidad de
los mensajes y algunas escrituras publicadas sin valor literario. Y si le agregamos docentes que no leen y familias poco contenedoras, la tarea de formar
lectores está teñida de muchos matices.
También
es aceptable que en medio de este panorama, los chicos y jóvenes decidan no
leer, o que se queden con Violeta por ejemplo: ¿por qué no? También es una
elección.
La
realidad social enmarca las posibilidades de concreción de hechos educativos,
no se puede hablar sin contexto, habrá ferias y programas, encuentros de promotores , autores que se
muestran aquí y por el mundo, agentes literarios en busca de mejores contactos
para el autor y libros que asemejan y democratizan esta actividad, pero si la
necesidad interna no existe, si la realidad es un obstáculo, incluyo a todos
los adultos intervinientes, entonces, las metas se alejan, no se pierden porque
están en el imaginario social como un mandato pero siguen siendo un anhelo.
Recomiendo,
ya lo hice hace más de un año, el libro: qué
los hace leer así, Geneviève Patte, 2011 , FCE por su riqueza. Desde su experiencia en Clamart como
bibliotecaria se prodiga desde la biblioteca a integrar a las personas marginadas a participar. En un mundo que se “tecnifica”
cada vez más, la biblioteca debe poner énfasis en la comunicación humana, en la
necesidad de conocer, reconocerse y pensar-sostiene.
Más no todo es eso, la lectura es un acto personal, privado y
selectivo de cada uno. En la escuela es donde se comparte, donde se
descubre la variedad, y es un adulto el que lleva de la mano esta experiencia
de unión o desapego. Un adulto maestro y otro maestro bibliotecario para no desviarme de la función educadora que tienen ambos.
No es casual este cierre, creo en la importancia de las
bibliotecas y de los bibliotecarios quienes lejos de lo dogmático de la
enseñanza en donde “los textos están
disponibles para lecciones disfrazadas de gramática, de vocabulario o de moral,
con preguntas de control, peticiones de resúmenes o de cualquier otra forma de
ejercicio”,( dice Patte) tienen la autonomía de estar en comunidad con el deseo del otro
y de ofrecer literatura de manera no pautada.
Gracias a este gesto lejos de la norma ,que no es menor, muchos chicos pueden
realmente acceder a los libros, leerlos en su tiempo, escuchar a otros leer en
voz alta y elegir. Un momento mágico y único que se repite cada vez que se
ingresa a un sitio.
Vuelvo a la pregunta inicial: qué los hace leer con fruición y
entusiasmo creo que buenas propuestas, un clima grato y convocante y un adulto
que haya disfrutado para sí de este placer personal casi íntimo. Un adulto que
lleve puestas muchas lecturas y se ufane de ellas. Sé que me reitero, intento que mi afirmación sea una realidad para que tantos esfuerzos den fruto. Los bibliotecarios son agentes del sistema valiosísimos, dueños de un capital para compartir y descubrir qué les pasa a los chicos y adolescentes con los libros.
¡Gracias a todas/os por este año compartido. He leído muchos libros que me han llegado, otros quedan esperándome.
Buen comienzo del 2015, me lo deseo y se los deseo. Espero tener
ganas de seguir abriendo esta ventana y de hallarlos y de que el esfuerzo y trabajo sea una realidad tangible en las escuelas y en las librerías.
Muchos libros, muchas
lecturas para compartir:
El jefe de la manada,
Inés Garland. 2014. Alfaguara. Una historia de intrigas encarnada en las
aventuras de dos chicos, Nina y Milo que
son primos. Practican telepatía y otras capacidades sobrenaturales. Juntos
intentarán resolver un caso policial. La
historia se desarrolla en espacios cotidianos de Palermo, con los vecinos del
barrio, un viaje a visitar al abuelo en Colonia y otras peripecias que
entretejen la trama.
Las plumas sagradas,
Guillermo Delavault, 2014. Con ilustraciones de Gerardo Baró. Uranito.
El
sello inicia una colección policial con esta novela que transcurre en la selva
donde el Dr. Elías acompañado por sus colaboradores van a desentrañar qué ha
pasado con el profesor Van der Kamp que
ha desaparecido. El libro tiene un formato de lectura particular que se abre
cual anotador o agenda hacia arriba. Conserva una neutralidad lingüística que
lo identifica como distinto a otros libros de autores argentinos coetáneos .Es
una novela de aventura, humor y suspenso como reza la contratapa
Diez en un barco,
Bodoc/Bombara/Briones/ Escudero/Furiasse/Gattari/Huidobro/Siemmes/ Vaccarini y
Vargas. 2014. SM.
Es una reunión de cuentos de autores ganadores del premio Barco de Vapor desde el 2002
hasta el 2012. Cada uno pone su propia voz personalísima sobre un mismo tema
como dice la contratapa: la lectura y la escritura como el de Paula Bombara: En el asiento de tu silla… por ejemplo o
el de Norma Huidobro, La mentirosa o
Diana Briones: Carta a Joaquín, diez años
después, ejemplos
excelentes de lo que mueve e inquieta la escritura y el oficio de escritor. Muy recomendable y para analizar la meta-literatura.
Cuando sea grande,Magdalena Helguera. 2013 con ilustraciones de Gabriela Burin. Calibroscopio. Un libro de poemas en el que se entremezcla de manera permanente la realidad de la nena con sus deseos, interpretados en doble página por la ilustradora Burín con humor y frescura. Así dice Helguera: “Cuando sea grande /No voy a ser taxista /porque si salgo /pierdo la pista…”
Un oso, Perla
Suez. 2014. Ilustrado por Germán Wendel. Comunicarte. Es un inquietante libro álbum en el que el
protagonista oso va buscando su lugar en el mundo luego de intercambiar algunas
preguntas con otro oso, Ve un pedazo de hielo arrastrado por la corriente y se
deja llegar. Como pasa en la vida, va haciendo sus propios descubrimientos,
atraviesa el mar y llega al lugar donde el glaciar rompe. Es una metáfora de la
búsqueda interior: un lugar de pertenencia, una zona de confort. Un texto para elaborar con múltiples interpretaciones que habla también por medio de sus imágenes.
Nota: aquí me quedo disponible para quien quiera contactarme. Buen año. ! salieron traviesas las imágenes e inmanejables. Hoy es así.
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