Ya estamos con la primavera encima
a pesar del frío que se nos ha instalado esta semana, me demoré en esta salida
porque he estado leyendo en forma selectiva libros en los que he indagué cómo
se presentaba la figura de la mujer en la LIJ. Y eso es lo que deseo compartir,
cómo cada uno de los lectores puede hacer lecturas selectivas cuando la mirada
está intrigada pues salvo los libros escritos deliberadamente sobre
un tema que, por suerte, son pocos y espero que la industria siga así, todos
los libros de la LIJ pueden leerse
contemplando: mujer, niño, infancia, familia, medio, hombre y…. lo que
corresponda a vínculos privilegiando un aspecto.
Creo que los/as autores/as no
se lo proponen pero surge la visión del género como una
invitación atrayente para ver cómo esa /e escritor lo construye de acuerdo
a la época que vive, a la sociedad a la
que pertenece y a su propia formación como sujeto, es tan rica esa posibilidad
que tenemos los lectores de leer desde una mirada, nutre el sentido de una
obra de símbolos y significados, además vale la pena como un ejercicio
intelectual y social.
Así se sorprenderán al ver
cómo por ejemplo se mostraba a la mujer hace 30 años atrás y cómo en algunos
casos esa imagen perdura aún hoy y en otros se ha modificado por los cambios
que ha logrado la mujer en trabajo, elección de la maternidad e indepencia económica en las últimos décadas y también por la evolución que cada escritor/a pone en juego a
medida que se configura como tal.
Del mismo modo es muy atractivo
observar cómo las mujeres se sensibilizan más con los aspectos vinculares de la vida que los hombres o mejor
expresado: cómo los vínculos madre-hija son potentes en muchas de nuestras
autoras y padre- hijo- abuelo en los hombres escritores de otra manera y cómo
las modas tienden a cambiar algunos rumbos con el fin de aumentar las ventas,
intención que se nota cuando no es genuina.
Ser lectora selectiva en el
sentido del que hablo: observadora por ejemplo, de la construcción del género donde la misma sustancia los hace presentes
casi siempre y además con destinatarios que están formando su propio criterio
en medio de familias tan diversas, presentes y ausentes, me ha llevado a nuevos
hallazgos.
Reconozco que en todo momento
somos esos lectores pues cada uno se arrima al libro con una mochila
de intereses y necesidades y con su deseo, que no es poco y es bien propio y desde
algunos espacios la vida se lee distinta , ni mejor, ni peor , distinta.
Ah! quiero agregar que también en los libros nos
han hecho mala prensa a las mujeres: tanta bruja, tantos hechizos, tanta niña
buena, tonta y linda, o fea y gorda, tanta tía cómplice que aparece por todos
lados y adolescentes hormonales, mujeres sensibles y nerviosas que lloran mucho
y si son malas, son más malas que los varones, y… espero que Uds. tengan como yo
algunos perfiles más para agregar.
Leamos, compartamos con los
chicos estas lecturas, indaguemos sobre las protagonistas y otras figuras
femeninas que van apareciendo y escuchemos su devolución, ellos aportarán la otra escritura.
Lecturas para compartir:
Encantado, dijo el sapo. 2012, María Cristina Ramos, Virginia
Piñón, Comunicarte. Un cuento en forma
de poema que recrea el tema del encantamiento de un príncipe devenido en sapo
que busca quien lo pueda ayudar a romper el hechizo pero, suceden mejores cosas
entre este sapo y una rana que ameritan leer el libro. La poeta Ramos vuelve a
mostrar solidez, humor y magia en este libro y las ilustraciones tributan tanta
belleza que da placer leerlo. Elogiable ambas autora/ilustradora, una escritura compartida entre palabra e imagen visual.
El gato que habla demasiado, 2012, Étienne Delessert, autor e
ilustrador,Cántaro infantil. Una serie
de libros para los más pequeños que tiene como protagonista a un duende que en
este caso está junto a Plutón un gato que habla todo el tiempo y aturde a los
otros animales con sus historias constantes. El libro tiene una ilustración
excelente y por demás atractiva a los ojos de quien lo recorra, relata
situaciones cotidianas divertidas, es muy entretenido.
Dos aportes sobre el género
mujer:
Pateando lunas, 1996, Roy Berocay, Alfaguara Uruguay, una novela que
aborda la posibilidad de hacer
elecciones diferentes al esperable por los adultos y ser respetada.
Mayte quiere jugar al fútbol e integrarse al equipo del barrio, tiene a su
familia como primer obstáculo, las chusmas del barrio y sus propios
compañeros y amigos la acompañan con asombro, pero la historia va tomando otro
rumbo para bien de la niña y de las niñas. El autor uruguayo desarrolla esta
novela sin forzar el relato en ningún momento ni caer en sexismos.
Historia del dragón y la princesa. 2007, Gustavo Roldán, ilustraciones de Mariela
Guzmán. Ediciones SM.
Un dragón asusta y persigue a
una princesa escaleras arriba, hacia una torre sin salida, pero esta princesa
no es como las princesas de los cuentos tradicionales, es valiente y muy astuta,
logra engañarlo, lo toma prisionero y lo obliga a narrarle cuentos hasta que se
hacen amigos y se desencadena el final que no voy a revelar. Lo más interesante
es cómo el autor desmitifica el poder de un dragón frente a una niña y cómo la
niña muestra estrategias intelectuales para someterlo hasta el final.
Nota: nueva convocatoria 2013 Concurso de editorial Sigmar de antología
de cuento y novela que cierra el 26 de octubre. Sugiero ingresar a la página
web de la empresa para conocer requisitos. Me parece valioso la propuesta de
antología de cuentos.
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