Hay muchas maneras de aproximarse a un libro, por deseo siempre, y desde ese lugar privilegiado el criterio a emplear puede variar de acuerdo al autor, al tipo de discurso, al formato y también al tema. Y es desde este último que desearía abrir la salida de hoy.
Ha sido para mí una curiosidad o quizás mejor una inquietud, agrupar los libros por lo temas cuando estos expresan una situación socio-cultural. Por ejemplo, los libros que han hecho hincapié en recuperar la memoria están atravesados por acontecimientos sociales poderosos que afectaron la vida de la comunidad.
Otros por la pobreza, la marginalidad, la desprotección que padece la infancia en los países latinoamericanos y europeos, por qué no afirmarlo ante la producción mundial de novelas y cuentos, y muchos por los lazos familiares.
En ese recorrido intenso por los libros del Mercosur o mejor dicho de América del sur para no dejar autores y obras que leí y leo con fruición, descubrí que uno de los temas que movilizan esta literatura es el de los vínculos, no solamente para mostrar a través de la ficción los nuevos modelos de familias que se han instalado sino para rescatar uno de los lazos después de los parentales más fuertes que existen, los lazos de amor con los abuelos ausentes o presentes, de ambas formas actualizados en las historias.
Los vínculos son un gran tema y está a veces desplazado por otros como lo son el juego, el terror, los casos policiales y la sobreabundancia de temas fantásticos.
Como este espacio es breve, quiero sostener como muy positivo para la vida de los lectores de todas las edades que la ficción se encarne en los relaciones familiares más profundos y desde allí se cuenten las pequeñas, largas, extrañas o comunes historias de familias. En definitiva, se trata del amor, en ese caso especial de la conexión de los chicos y adolescentes con sus abuelos. Y del misterio que encierra ese vínculo tan intenso y rara vez traumático que reconcilia el amor con sus mejores manifestaciones: la contención, la aceptación del otro y el cómplice acompañamiento.
Le pedí a Irma Verolín, autora argentina de literatura para adultos y niños si me facilitaba algún escrito sobre su abuela con quien mantuvo un vínculo entrañable y maravilloso. Su gentileza me facilitó varios fragmentos de sus escritos, escogí uno de ellos para compartirlo con los lectores:
“La abuela no se despegó un minuto del televisor. La vi de espaldas todo el tiempo sin poder adivinar si dormía o lloraba. No hizo el menor comentario. Ni se movió. ¿Será por eso que mamá dice que desde que se volvió ciega anda haciéndose la misteriosa?”
De “La escalera del patio gris”. Ediciones Último Reino, Bs As 1997, Premio Secretaría de Cultura de la Nación
Lecturas para compartir:
Marcos visita a su abuelo Felipe a quien le gusta leer novelas policiales e inventar aparatos innecesarios y extraños. Teje con él un vínculo de camaradería y amor además su agudeza lo lleva a desbaratar junto al abuelo a una banda de malandras que contaminan la playa con desechos. La novela tiene un doble interés en todo momento, la historia central de suspenso y el desarrollo de afectos del chico con sus pares, el otro sexo y especialmente con su abuelo. Y también no es menor el romance de su abuelo con una mujer mayor que Marcos va descubriendo.
Para hacer un pastel de manzanas, 2010. Pablo Albo, Edelvives.
El protagonista arriba a la casa del abuelo porque sus padres se tomaron vacaciones solos. No era de su agrado estar con él menos cuando éste lo invita a elaborar juntos un pastel de manzanas. El encanto está allí: ver crecer la planta, regarla con agua de mar, amasar barro en busca de un recipiente y así sigue este relato de búsquedas y hallazgos festivos y maravillosos que termina dando un sentido a la visita, a los trabajos y al encuentro. Mágica es la historia y el final también.
Recordarles dos libros ya reseñados en el año 2009. Las manos en la masa.2004, María Rosa Mó y Esmeralda y las frutillas.2005. Griselda Gálmez, Edebé argentina,( la colección que dirigí hasta el 2011) recrean la relación lúdica de una niña con su abuela amasando en la cocina y de otra niña con el abuelo disfrutando de las frutillas que siembran y recogen con placer cada año.
Libros álbumes muy originales:
El hilo.2010.Eduardo Abel Giménez, Claudia Degliuomini, Del Eclipse, Era un día interminable cuando alguien señala un punto en el vacío y empieza a caminar, en ese andar se van sucediendo distintos estados del tiempo que acompañan situaciones, y todo está unido por un hilo que es el que enhebra el relato mínimo pero múltiple según quien lo lea y cómo lo haga. Ese es el sentido de este hilo sutil.
Lo que hay antes de que haya algo (uno de terror) 2011, Liniers, pequeño editor. Como reza la contratapa un niño se encuentra cada noche con seres extraños y atemorizantes que bajan a su cama cuando se apagan las luces. El tema es conocido, la interpretación es excelente y original al final. El autor es conocido por ser historietista pero acá se luce en calidad de autor/ilustrador de un cuento atrapante.
La dedicatoria muestra la esencia del relato:”a mis padres que me apagaban la luz y encendían mi imaginación”.
Libro del Mercosur para agendar y conseguir…
En busca de un caballito de mar. 2010, Verónica Linares, Norma. Tres hermanos que viven en los andes bolivianos nunca han visto el mar. Salomé la del medio siente una necesidad profunda de saber cómo es y de hallar en él un caballito de mar. Carga con sus hermanos y se aventura a cumplir su deseo de diferente forma. Su mamá trabaja vendiendo frutas en la feria y atendiéndolos. Del papá poco se conoce, sin embargo el caballito de mar es el símbolo de un encuentro sospechado y de un silencio que se devela a través de una carta. Cabe señalar la relación entre hermanos y el sacrificio de esa mamá, tan activa y presente. Y la figura de un padre que se manifiesta en una carta, impregnando de significados esta historia, de aventuras y amor.Un papá que se fue para hallar un caballito de mar.
Nota al pie: cierra el 31 de octubre el concurso de novela de editorial Sigmar y el 15 de diciembre los de novela y cuento de editorial Comunicarte.
El 23 de octubre concurriremos a votar presidente y otros cargos. Celebremos hacerlo una vez más por todos nosotros. Todos /as y toditos...