Sigo con cambios en esta salida. Elegí un libro para reseñar en extenso, sin comentarios iniciales.
Alicia Barberis escribe una novela cruda y poética
al mismo tiempo y recuerda para hacerlo una historia real que ella escuchó a
los 19 años, en un negocio, embarazada de su primer hijo. La historia se anidó
en ella por la fuerza y la realidad que encierra hasta que se plasmó en esta
novela. Vemos de qué trata:
Una mujer joven y atractiva cava pozos ciegos para
mantener a sus hijos, hace el trabajo de hombres entre hombres, el que hacía su
marido hasta que se echó a la vagancia y al alcohol. Entonces tuvo que hacerse
cargo de todo: el trabajo y los dos chicos. La novela empieza con la noticia de un crimen que
sacude a los habitantes de un pequeño pueblo
de Santa Fe: la Negra Torres ha asesinado a su marido y ocultó el cuerpo en el
patio de su casa. Desde la cárcel y separada de sus hijos, esta mujer será el evidencia
de las mujeres que buscan en la adversidad y la inequidad, sobrevivir al
sometimiento, al desamor y al abandono, en una sociedad machista, prejuiciosa y
violenta, casi como la actual..
Otra mujer, Lali, su
hija jovencita, separada de la madre desde su detención y en manos de la abuela
paterna decide comprender qué fue lo que pasó. Empieza a develar los secretos hasta que parece en una sutil
jugada final de la autora que logra encontrar a su mamá.
Dice la autora en una
entrevista en Página 12: ante la pregunta inevitable:
¿Qué quiso contar en Pozo ciego, qué le
interesaba transmitir?
–Lo
que más me conmovió siempre de esa historia fue la separación brutal que tuvo
esa madre de sus hijos, que no quisieran verla, que no pudieran perdonarla.
Pero también la condena social que tuvo esa mujer, sin que nadie analizara
nunca lo que le tocó sufrir con un marido violento, en un pueblo tan
marcadamente machista. También la doble moral de los hombres que tanto en la
ficción como en la vida real tuvieron un vínculo con ella. Pero además, también
creo que en la historia de la Negra quise contar otras historias. O tal vez una
historia en común de lo que les (y nos) ocurrió a muchas mujeres en los
vínculos sociales y de pareja, en un pueblo pequeño donde reinaba el machismo,
donde las mujeres estuvieron siempre relegadas a un segundo lugar, condenadas a
“aguantarle” todo al marido, a acallar sus propios deseos, a posponer sus
sueños.
Y lo logra, consigue darle una fortaleza poderosa y un amor
entrañable a su personaje signado por la marginación desde el inicio, que está
afuera de toda compasión social por ser mujer, pobre y sola en un pueblo
pequeño del interior del país y en el marco de una sociedad dominada por
hombres:- Serás lo que puedas y debas- establece la regla.
Barberis ha dejado por ahora el ámbito de la LIJ aunque esta
novela debería socializarse en las escuelas secundarias para que los
adolescentes puedan analizar modelos de transmisión social de género. Así lo
hizo en Cruzar la noche y El infierno de
los vivos, las dos novelas publicadas también por Colihue.
Como lectora, desearía que abandonara los abismos y se afianzara
en esa narrativa que puede decir sin caer en los temas de gran circulación mediática.
Hablar de los mandatos sin violencias tan contundentes. Es el permiso que me
otorgo.
Una voz que nos llena de orgullo:
María Cristina Ramos, poeta, narradora, y editora, nacida
en San Rafael, Mendoza, ganó por unanimidad el XII Premio Iberoamericano SM de
Literatura Infantil y Juvenil. La Fundación SM declaró que la distinción,
dotada de 30.000 dólares, le fue otorgado a la autora argentina por su
"aporte a la literatura de una mirada auténtica y sensible de la realidad
latinoamericana", por "el cuidado en la construcción de sus textos y
su profundo respeto hacia el lector, sus personajes y la realidad que
recrea", porque “conmueve al lector y enriquece su sensibilidad” y porque
la escritora concibe la literatura como "un camino que ilumina algunos
aspectos dolorosos de la condición humana". Aquí, un poema:
Secreto
Las tortugas pequeñas
no pesan nada,
en el agua se mueven
como las hadas.
Como las hadas y
como las lunas,
vestidas con el claro
tul de la espuma.
Las tortugas pequeñas
saben un paso
suavecito y ligero,
como de raso.
Como de raso y
como de fuga,
que es secreto de baile
de las tortugas.
Es secreto que guardan
bajo la almohada:
las tortugas pequeñas
no pesan nada.
Lectura para compartir:
Marcela Carranza dice en Imaginaria (2008), entre otros argumentos, que “(…) todos (incluso los bandidos) obedecen a rajatabla las reglas, especialmente las relativas al uso de la biblioteca que Ernestina Laburnum (la bibliotecaria) se ocupa de recordar con insistencia. (…)La obediencia exagerada de las reglas (en especial las burocráticas) da lugar a su trasgresión y, por lo tanto, a un humor que juega con lo inverosímil y absurdo, también con la ironía.”
Los dibujos en tinta de Quentin Blake se disponen entre la ingenuidad y la transgresión. Sin ellos este libro tendría otra identidad. Para disfrutar y mucho.
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