miércoles, 21 de septiembre de 2016

Encuentro 91

Sigo  con cambios en esta salida. Elegí un libro para reseñar en extenso, sin comentarios iniciales. 

Pozo ciego. 2016. Alicia Barberis. Buenos Aires. Colihue.
Alicia Barberis escribe una novela cruda y poética al mismo tiempo y recuerda para hacerlo una historia real que ella escuchó a los 19 años, en un negocio, embarazada de su primer hijo. La historia se anidó en ella por la fuerza y la realidad que encierra hasta que se plasmó en esta novela. Vemos de qué trata:
Una mujer joven y atractiva cava pozos ciegos para mantener a sus hijos, hace el trabajo de hombres entre hombres, el que hacía su marido hasta que se echó a la vagancia y al alcohol. Entonces tuvo que hacerse cargo de todo: el trabajo y los dos chicos.  La novela empieza con la noticia de un crimen que  sacude a los habitantes de un pequeño pueblo de Santa Fe: la Negra Torres ha asesinado a su marido y ocultó el cuerpo en el patio de su casa. Desde la cárcel y separada de sus hijos, esta mujer será el evidencia de las mujeres que buscan en la adversidad y la inequidad, sobrevivir al sometimiento, al desamor y al abandono, en una sociedad machista, prejuiciosa y violenta, casi como la actual..
Otra mujer, Lali, su hija jovencita, separada de la madre desde su detención y en manos de la abuela paterna decide comprender qué fue lo que pasó. Empieza a develar  los secretos hasta que parece en una sutil jugada final de la autora que logra encontrar a su mamá.
Dice la autora en una entrevista en Página 12: ante la pregunta inevitable:
 ¿Qué quiso contar en Pozo ciego, qué le interesaba transmitir?
Lo que más me conmovió siempre de esa historia fue la separación brutal que tuvo esa madre de sus hijos, que no quisieran verla, que no pudieran perdonarla. Pero también la condena social que tuvo esa mujer, sin que nadie analizara nunca lo que le tocó sufrir con un marido violento, en un pueblo tan marcadamente machista. También la doble moral de los hombres que tanto en la ficción como en la vida real tuvieron un vínculo con ella. Pero además, también creo que en la historia de la Negra quise contar otras historias. O tal vez una historia en común de lo que les (y nos) ocurrió a muchas mujeres en los vínculos sociales y de pareja, en un pueblo pequeño donde reinaba el machismo, donde las mujeres estuvieron siempre relegadas a un segundo lugar, condenadas a “aguantarle” todo al marido, a acallar sus propios deseos, a posponer sus sueños.
Y lo logra, consigue darle una fortaleza poderosa y un amor entrañable a su personaje signado por la marginación desde el inicio, que está afuera de toda compasión social por ser mujer, pobre y sola en un pueblo pequeño del interior del país y en el marco de una sociedad dominada por hombres:- Serás lo que puedas y debas- establece la regla.
Barberis ha dejado por ahora el ámbito de la LIJ aunque esta novela debería socializarse en las escuelas secundarias para que los adolescentes puedan analizar modelos de transmisión social de género. Así lo hizo en Cruzar la noche y El infierno de los vivos, las dos novelas publicadas también por Colihue.
Como lectora, desearía que abandonara los abismos y se afianzara en esa narrativa que puede decir sin caer en los temas de gran circulación mediática. Hablar de los mandatos sin violencias tan contundentes. Es el permiso que me otorgo.

Una voz  que nos llena de orgullo:
María Cristina Ramos, poeta, narradora, y editora, nacida en San Rafael, Mendoza, ganó por unanimidad el XII Premio Iberoamericano SM de Literatura Infantil y Juvenil. La Fundación SM declaró que la distinción, dotada de 30.000 dólares, le fue otorgado a la autora argentina por su "aporte a la literatura de una mirada auténtica y sensible de la realidad latinoamericana", por "el cuidado en la construcción de sus textos y su profundo respeto hacia el lector, sus personajes y la realidad que recrea", porque “conmueve al lector y enriquece su sensibilidad” y porque la escritora concibe la literatura como "un camino que ilumina algunos aspectos dolorosos de la condición humana". Aquí, un poema:
Secreto
Las tortugas pequeñas
no pesan nada,
en el agua se mueven
como las hadas.
Como las hadas y
como las lunas,
vestidas con el claro
tul de la espuma.
Las tortugas pequeñas
saben un paso
suavecito y ligero,
como de raso.
Como de raso y
como de fuga,
que es secreto de baile
de las tortugas.
Es secreto que guardan
bajo la almohada:
las tortugas pequeñas
no pesan nada.
Lectura para compartir:

El secuestro de la bibliotecaria. 2016. Margaret Mahy. Buenos Aires. Alfaguara. Es una corta novela de esta autora, ganadora del Andersen en el año 2006, que está ilustrada por Quentin Blake. La obra tuvo su primera edición en 1978. La señorita Laburnum es secuestrada por unos bandidos que pretenden cobrar por ello un suculento rescate. Es llevada a una cueva pero ella había pasado unos días con unos chicos que tenían sarampión y pronto todos los bandidos excepto el jefe, caen enfermos. Así la dejan libre y ella los cuida y les lee libros de la biblioteca. Los bandidos sanan.  Al tiempo recibe la visita del bandido jefe que era perseguido por la policía. Ella decide ayudarlo y de ahí en más se suscitan una serie de situaciones divertidas y paradójicas que le dan un tono de frescura y suspenso sostenido al relato. Entre la bibliotecaria y el bandido nace el amor y así las cosas, todo se resuelve en orden y para bien de la biblioteca y la lectura.
 Marcela Carranza dice en Imaginaria (2008), entre otros argumentos, que “(…) todos (incluso los bandidos) obedecen a rajatabla las reglas, especialmente las relativas al uso de la biblioteca que Ernestina Laburnum (la bibliotecaria) se ocupa de recordar con insistencia. (…)La obediencia exagerada de las reglas (en especial las burocráticas) da lugar a su trasgresión y, por lo tanto, a un humor que juega con lo inverosímil y absurdo, también con la ironía.”
Los dibujos en tinta de Quentin Blake se disponen entre la ingenuidad y la transgresión. Sin ellos este libro tendría otra identidad. Para disfrutar y mucho.

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