domingo, 6 de diciembre de 2015

Encuentro 84

Llegamos a diciembre y nos espera un año nuevo en muchos aspectos sociales y culturales.
Buen año he pasado con la LIJ y muchos libros han quedado sin lectura todavía. Hemos tenido años de ediciones fructíferas que se han socializado a manos de los niños gracias a la compra de los adultos mediadores y de las políticas estatales. El Plan Nacional de lectura ha hecho mucho para difundir autores y obras. Celebro esta acción sistemática sostenida en el tiempo que ha provisto de norte a sur del país de libros a las escuelas y de encuentros. En lo que al blog concierne, hice lo que pude, con el cariño de siempre y las limitaciones de un emprendimiento virtual de espacio restringido.
Creí necesario en esta última salida rescatar algunos conceptos que tienen que ver específicamente con la lectura y el lector: dos elementos necesarios e interdependientes. Y recordar además algunos de los argumentos que comunican literatura y lectura. Un poco de teoría antes de cerrar este año, viene bien  pues nos permite recordar lo que existe detrás de una escena lectora. Nada es casual, hay un relato que nos revela cómo se llega a disfrutar de la literatura, esa que nos transforma y que como afirma María Teresa Andruetto, nos cura de palabras.
Estos son algunos tecnicismos, mi intención es solamente ponerlos a disposición para dar fundamento a una tarea que parece natural. Diría que leer es producto de experiencias propias, de apropiaciones voluntarias y de encuentros saludables promovidos por los intermediarios. Veamos y repasemos estos supuestos que han sido analizados y repetidos en escritos y ponencias orales, lo que no asegura que, en la práctica, ellos se hayan naturalizado en los chicos. No olvido en ningún momento que cada una de estas  afirmaciones no es radical, que juntas constituyen aportes, interpretaciones de esa actividad tan habitual a la vez que compleja que es leer: enseñar y apropiarse de cada lectura o desecharla.
¿Repasamos? (comprenda el lector que lo hago a modo de síntesis)
1) La lectura enlaza aportes del lector y el texto al mismo tiempo en un lugar común.
2) No existe un significado “correcto” ni único. Leer es un hacer, un acontecimiento que sucede.
3) La lectura es un proceso interpretativo que excede la experiencia individual.
5) Los textos literarios encierran más que significados, encierra la realidad.
8) Las lecturas más interesantes son las contralecturas que se concretan a medida que el lector se va apropiando de los textos, sin mediaciones. Son las consecuencias de lo que significa leer, integrarse en un escrito.
9) El texto literario nunca está completo, tiene indeterminaciones que cada lector llenará de manera diferente Las interpretaciones son únicas, a veces se socializan, se comparten, se discuten, aun así siguen siendo personales.
10) Finalmente: las diferencias individuales o grupales que se perciben provienen de nuestros “repertorios”.
Leer es más que comprender, disfrutar es más que entretenerse y el placer es una consecuencia y un anhelo.
Leer es una trama interna inagotable cuando se desata y progresiva. Para mí, leer literatura es “lo más” de toda lectura. Franz Kafka lo sintetiza así:
Si el libro que leemos no nos despierta como un puño que nos golpeara en el cráneo ¿para qué lo leemos? ¿Para que nos haga felices? Dios mío, también seríamos felices si no tuviéramos libros, y podríamos, si fuera necesario, escribir nosotros mismos los libros que nos hagan felices. Pero lo que debemos tener son esos libros que se precipitan sobre nosotros como la mala suerte y que nos perturban profundamente, como la muerte de alguien a quien amamos más que a nosotros mismos. Un libro debe ser como un pico de hielo que rompa el mar congelado que tenemos dentro".

Un ilustrador y una ilustración:
Luis Scafati: dibujante nacido en Mendoza en 1947. Estudió artes en la Universidad Nacional de Cuyo. Desde 1969 expone regularmente pinturas, acuarelas y dibujos en museos y galerías nacionales y extranjeras. En 1972, comienza a publicar sus dibujos con el seudónimo de Fati en la revista Hortensia. Desde entonces sus trabajos recorren las páginas de los más importantes periódicos y revistas argentinas y extranjeras. En 1976 se instala en Buenos Aires y comienza a colaborar en el taller de Roberto Páez a quien considera su maestro. En 1981 obtiene el Gran Premio de Honor en el Salón Nacional de Dibujo. No se dedica a ilustrar libros para la infancia pero cuando lo hace es maravilloso. 

Lecturas para compartir:
Manga de animales, Maricel Palomeque.2015.Ilustraciones de Fernanda Carmona. Córdoba, Los Ríos editorial.
Es una sucesión de pequeñas historias de animales, bien escrita, divertida y con algunos microrrelatos desopilantes que le imprimen un tono original a esta expedición del mundo animal. Una mirada nueva sobre los sentimientos y sueños de chanchos, hipopótamos, sapos, elefantes, en fin: a leerlo.

El caso de los Rodríguez, Iris Rivera, 2012. Buenos Aires, Aique. 
Un cuento también sobre animales que curiosamente se vincula por el tono con la anterior reseña. Los Rodríguez son un matrimonio que sale a pasear el domingo y descubren que cada una de las personas conocidas con las que se van encontrando están convertidas en animales, mejor dicho son animales que se comportan y responden como personas. Hay una trama desopilante, humor, encadenamiento de situaciones que se reiteran en distintos bichos y un final abierto que da pie a renovar la historia. Lo mejor de Iris Rivera en este relato breve que reúne sus talentos: humor, disparate y un poco de suspenso.

Los equilibristas, Nicolás Schuff / Pablo Pick. 2015. Buenos Aires, Edelvives.
Los cinco hermanos Berto, equilibristas, ingresan a un circo a trabajar, allí se encuentran con payasos, ratones, Anastasia, la mujer barbuda que llora porque estaba enamorada del hombre bala que la deja. Ellos se comprometen a buscarlo y en medio de situaciones sucesivas y breves transcurre este cuento. No es un libro álbum aunque su presentación en tapas al rojo vivo y su gran tamaño hace pensar que de eso se trata. Tiene una excelente ilustración que complementa la brevedad textual. Esta brevedad no lo priva de complejidad, el padre de los Berto los abandona, el novio de Anastasia también, ellos juegan y buscan al que se fue. En medio del juego termina el cuento. La presentación gráfica, el color, el diseño, todo reunido tiene impacto.

Los mimpins, Roal Dahl, 2015. Buenos Aires, Santillana.
Billy vive en una casa a orillas de un misterioso bosque al que no puede ingresar por prohibición materna:” ¡Cuidado, cuidado!/¡es el bosque del pecado!¡Nadie salió nunca vivo,/ aunque muchos han entrado.”. Esta advertencia más las inmensas bocanadas de humo que veía avanzando hacia él desde el lugar prohibido, lo detenían hasta que un día se animó y se interna en el bosque. Allí descubre a los Minpins y al feroz zampavivientes que los tiene cautivos. Allí sucede una historia deliciosa que es narrada por momentos con detenimiento. Billy consigue liberar el bosque. Los pequeños mimpins también logran acercarse a su casa y la novela que es corta no deja de asombrar. Si bien es una traducción de María Puncel, el texto se muestra contundente. (¿Recuerdan a los odos de Graciela Montes?)

Para cerrar: gracias a las empresas que me hicieron llegar los libros que pude leer y reseñar y a todos/as los lectores.
Seguiremos trabajando en la LIJ. Mi facebook es Graciela Perriconi.
Buen fin de año: eso espero, eso deseo.


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