lunes, 14 de noviembre de 2011

Encuentro 42


Estamos cerrando el año 2011, este año he acumulado más lecturas y menos salidas, intenso en experiencias literarias. Así como en la salida anterior elegí hablar de los abuelos, en esta oportunidad, le quiero dar un espacio a los vínculos parentales.
Rescatar ese primer vínculo madre-hijo, padre- hijo, reconocerse a través de las palabras en gestos, situaciones, tonos, voces de la infancia moviliza territorios internos, siempre.
Quizás sea para los/las lectoras del blog un tema difícil, muy serio: ¿acaso la literatura no lo es? Para mí, instalar otra vez  complejas relaciones entre padres e hijos en el ámbito de la ficción es un desafío que algunos autores decidieron transitar desde distintos puntos de vista.
Pone inevitablemente la mirada en la mismidad, en el espacio de los afectos primeros, para evocar, sentir o proyectar, dice María T. Andruetto en Lengua Madre, 2010, Mondadori, Buenos Aires: “(…) Comprende  que llega un momento en que cada uno debe conformarse con lo que le tocó, que no es posible tener otros padres que los que se tuvieron, y sabe que ésta puede ser una oportunidad para conocer a quien es para ella una desconocida. De manera que podría decirse que ella es hoy, a poco de morir su madre, una hija que la está buscando. Una hija que hace nacer a la  madre de entre unos papeles, unas cartas.”(pág.15)
(…)¿La hija de Julia?, preguntó una mujer en el velorio de su abuela.
Sí, dijo ella, la hija.
¡Sos igual a tu madre! Los mismos gestos, la misma voz, un calco… (pág.173)
El libro es altamente recomendable, y elegí estas citas porque me abren la puerta para reseñar obras que descubren madres y padres.

Lecturas para compartir:

La niña, el corazón y la casa.2011, María Teresa Andruetto.  Sudamericana joven. Es una historia con la voz potente e indudable de esta autora que narra lo que Tina, la niña, padece envuelta en la historia familiar, lejos de su madre quien cuida a un hermano con síndrome de Down, a cargo de su abuela y su padre médico.  Es la salud de su hermano el desencadenante de un final reparador. Lo que llama la atención de esta novela es la imagen materna y la de la abuela, distintas, opuestas y tan esenciales para la protagonista.

Magia de al-Muhada.2011, María Laura Dedé. Comunicarte.
Juancho tiene muchos hermanos, una mamá sometida y un padre golpeador. La tía es la figura femenina que se diferencia en la historia de penurias de este niño que vende linternas para llevar dinero a su casa hasta que conoce el circo de los hermanos Traviata. Su destino cambia de la mano del mago del circo y de su inserción en otra realidad, menos dolorosa. La autora describe esta historia poniendo la ternura y la crudeza  familiar en juego constante. El amor por fuera de esa matriz. Buen trabajo de escritura en su primera novela.

Libros del Mercosur, el segundo se comercializa en nuestro país.
Raspadilla de limón.2002, Rosario Vidal, Roberto, ICPNA & Biblioteca Nacional de Perú, Perú.
 Es una novela narrada por un niño que parte desde Lima hasta Caraz para conocer a su padre, el relato en primera persona va descubriendo cada sitio de su itinerario hasta alojarse en la casa antigua, el vínculo con un padre desconocido, a quien muestra como un ser nostalgioso, el profundo goce que cobra su vida en ese lugar y el desgarro de la partida. Esa relación lo lleva a regresar a ese idilio de la infancia al final del libro.

Los viajes del capitán Tortilla.2011, Federico Ivanier, Buenos Aires, SM,  Primer Premio en Literatura Infantil (rubro inédito). Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay. 2010
Es la historia de un chico que en 1970 sufre la repentina ausencia de su padre. Sin embargo comienza a recibir cartas que relatan aventuras desde extraños lugares firmadas por su papá con el seudónimo de Capitán Tortilla. El chico guarda este secreto que se devela al final cuando el papá es liberado por los militares uruguayos y se sabe quién de la familia las ha enviado.

Lecturas para recordar: 

El abanico de seda. 2006. Lisa See, Salamandra. Barcelona.
Lirio Blanco y Flor de Nieve se conocen a los siete años de edad. Una de las niñas, hija de una humilde familia será hermanada con otra que vive en un pueblo lejano y que es de otra ascendencia familiar. En una ceremonia ancestral ambas se convierten en laotong, almas gemelas, un vínculo que dura toda la vida y que será más profundo que el matrimonio. Desde el principio, y a lo largo de los años, Lirio Blanco y Flor de Nieve se intercambiarán escritos en un abanico de seda, que las sirvientas llevarán de una casa a la otra. En abanicos y pañuelos están  sus más íntimos pensamientos y emociones y se consolarán de los sinsabores del matrimonio y la maternidad. Pero un error de interpretación en uno de los mensajes amenaza con cortar su profunda amistad. La ambientación de la China ancestral más la violencia que se ejerce sobre la mujer que la autora muestra con tanto conocimiento hace de la obra un testimonio valioso a la vez que una ficción muy bien construída.

Notas al pie: Recuerdo fecha de cierre del concurso de Comunicarte en novela y cuento: 15 de diciembre.
Espero siempre recibir sus comentarios, información y  libros.

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