sábado, 4 de julio de 2009

Tercer encuentro

No sé por qué extraño mecanismo de la memoria, esta semana y aún hoy he estado pensando en la influencia del pasado en el presente y en el presente imposible de pensar sin mañana.
En esa dualidad de pasado y presente ingresó otra; la de los perdedores y los ganadores en términos socio-culturales. Los que están adentro de un sistema por muchas y diversas razones y los que no están y lo más doloroso: los que nunca van a ingresar a ninguno. Los que forman parte de las estadísticas. ¿Qué los une en mi pensamiento recurrente? Que el pasado y el presente es el mismo para los de ayer y los de hoy o peor porque hay más perdedores hoy que ayer y no solamente porque somos más en el país sino quizás porque hemos deshecho casi todos los entramados solidarios.
Quizás ellos, me refiero a los más pobres no quedaron en el pasado, simplemente no ingresaron al presente porque no existen socialmente (existen para votar a quienes los someten, triste síntesis de un país que fue perdiendo la dignidad) y como mi blog es cultural no puedo dejar de remitirme al sociólogo francés Pierre Bourdieu y su extraordinario trabajo: La Miseria del mundo (1998) del FCE que me fue regalado en 2000 y que después de leerlo, envié a una ONG. Quiero mencionar dentro de su extensa obra editada, Contrafuegos (2003) de Anagrama, otro maravilloso testimonio de los efectos del neoliberalismo en el mundo donde el autor aborda con minuciosidad el tema de la globalización y la exclusión en todas sus variables.
Leer a Bourdieu es leer nuestra historia, si un joven quisiera asomarse a explicar la propia, bastaría con sumergirse en ese universo de palabras claves para la sociología: habitus, campo, capital cultural, etc.
Quizás las recientes elecciones, una mirada constante sobre la pobreza de los argentinos y las enfermedades erradicadas que supimos “recuperar”, el Dolor país de la fallecida Silvia Bleichmar, me llevaron a reunir en este encuentro el pasado vigente en el presente, con miras a no perder sus "privilegios" en el futuro.
Dejo una cita que expone el pensamiento de Bourdieu: “La fuerza de la ideología neoliberal estriba en que se basa en una especie de neodarwinismo social. “Son los mejores, los más brillantes”, como se dice en Harvard, lo que triunfan. (…) hay una filosofía de la competencia según la cual los más competentes son los que gobiernan y los que tienen trabajo y estudios, lo que implica que quienes no lo tienen no son competentes. (…) la ideología de la competencia es muy adecuada para justificar una posición que se parece bastante a la de los amos y los esclavos. (Contrafuegos, pág.61) sugiero leer el capítulo completo que es de una claridad y excelencia poco común.
Me pregunto cuándo podremos arribar algún día a decir Todos y no simplemente: nosotros.

Esta es mi voz:

Crónica I:

Ellas, las tres mujeres, estaban tomando un café en un domingo de invierno entretejido de amistad y soledad al mismo tiempo. La conversación transcurría sin mayor entusiasmo.
Lo vieron entrar, era pequeño, desangelado y tenía la mirada apagada. Era un chico que pedía comida, monedas, bebida, sin manos, casi sin voz.
El mozo de acercó para echarlo, rápido y eficiente. El pibe inmutable se aferró a la mesa de ellas.
-Tengo hambre -dijo mirando a una de las tres sin sonrisa ni súplica.
-¿Qué querés comer? -le preguntó la mujer
-Tengo ham…,no pudo terminar porque el mozo lo había tomado del brazo para sacarlo, pidiendo las disculpas del caso.
-Déjelo –le pidió la mujer -es mi invitado.
-No se puede quedar señora ni de invitado a la mesa -le respondió en forma tajante el mozo. Ella lo miró y se encontró con unos ojos clausurados a cualquier réplica.
-Hágale un sanguche de jamón y queso y ... ¿qué más te gustaría comer?- le preguntó al chico
-No sé qué es el jamón, doña, cualquier cosa porque tengo hambre.
-Hágale un sanguche completo -se apuró a responder
-¿Quién lo paga? -preguntó el mozo con la misma frialdad inicial.
Las tres se miraron, una tomó la cartera y la abrazó, la segunda, revolvió la taza del té vacía y la que estaba manteniendo la conversación contestó categórica: yo lo haré.
El mozo le dijo al chico que esperara afuera.
-No, él espera acá hasta que Ud. el traiga el pedido que le hice.
El mozo la miró con disgusto, las mesas linderas dejaron sus conversaciones para observar la escena. Enseguida, el hombre trajo el sanguche -¿me lo paga ahora o lo sumo a la cuenta de la mesa? -la inquirió con desagrado.
-Se lo pago después –respondió la mujer sin mirarlo mientras entregaba el paquete al chico que también sin mirarla, susurró un: gracias, doña. A irse, en la puerta, se volvió, buscó al mozo con unos enormes ojos helados y le aulló: ¡Hijo de puta!

Libros para compartir:


Sopa de estrellas. 2003 de Mercedes Pérez Sabbi con excelentes ilustraciones escenográficas de Luciana Fernández de editorial Sudamericana es el libro que elegí para leer, compartir y trabajar con los más chicos el doloroso tema de la niñez y la pobreza. Fue el primer libro que abordó el tema de los niños cartoneros sin golpes bajos. Una revelación en su momento y lo sigue siendo para mí cada vez que lo releo.
Los agujeros negros. 2008 de Yolanda Reyes de editorial Alfaguara, un cuento que tiene un componente informativo explícito entramado con el relato. Su autora es colombiana pero conocida y reconocida por su trayectoria en la formación de lectores.
El libro habla de los estragos de la guerra, la desaparición de los padres y ese agujero negro que es la búsqueda de la verdad en la propia vida fue originalmente publicado en la colección de los Derechos del Niño por Alfaguara y UNICEF en el año 2000. Me parece un ejemplo claro de un libro sin frontera etaria.
Finalmente para los lectores adultos una novela que conmueve y duele al mismo tiempo.
Elena sabe. 2007 de Claudia Piñeiro editada por Alfaguara, muestra el drama de una mujer que padece el mal de Parkinson y que espera sentada en una silla el tiempo para que una pastilla le haga efecto y pueda incorporarse y caminar. El dilema que tiene frente al supuesto suicidio de su hija en el que no cree y su necesidad de saber y vivir. La historia plantea el vínculo entre madre e hija y otros temas colaterales que se tejen alrededor de la enfermedad y la muerte.
No sé si hay temas específicos en literatura, sé que hay buenos y malos libros. Yo intento a través de mis ojos generar y compartir la curiosidad que ellos demandaron en mí.

2 comentarios:

  1. Graciela: recién hoy pude asomarme al blog y le doy la bienvenida a tu letra que recomienda lecturas y a tu mirada que dice sin anestesia.
    Un abrazo. Iris

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  2. Graciela: me encanta que recomiendes libros, y más si son infantiles.
    Te dejo un saludo grande y Éxitos!!!

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