martes, 12 de mayo de 2015

Encuentro 77

Este blog será dedicado a los/as poetas, he participado de Foros en los que escuché mesas sobre la poesía y allí me surgió una necesidad de evocarla en esta salida. De manera explícita ya que no me olvido de reseñar libros de poesía.
Escuché al colega conferencista cubano Sergio Andricaín, uno de los directores de la Fundación Cuatrogatos, referirse a varios talentosos autores americanos y me detuve en María José Ferrada, autora chilena y este fragmento de El idioma secreto en el que revela de manera sutil su vínculo con la abuela, en ese “idioma secreto” que existe entre un ser y las cosas y entre los seres entre sí:
Mi abuela guardaba todo en pañuelos:
Botones,
Llaves,
Incluso una pequeña fotografía en blanco y negro de mi abuelo.
Me gustaba ver como abría con sus manos esos nidos de tela.
Mirar aparecer las cosas
como si fueran pequeñas cometas
que se apresuraban a brillar frente a mis ojos.
Tiempos en que todo cabía en un pañuelo.
También el cielo.
O bien en este que pertenece a su maravilloso libro Niños en el que evoca de forma poética a los 34 niños desaparecidos o asesinados en la época de Pinochet y Rafael es uno de ellos, pero en lugar de recordarlo desde la tragedia, desde ese horroroso espacio que puede asignarse a matar a un niño, lo trae desde la vida, desde aquellas cosas pequeñas y cotidianas que lo hacen presente.
Rafael
Hoy ha decidido buscar los siete parecidos
Entre un sol y una naranja.
Tardó una hora en descubrirlos.
Y se fue caminando con la naranja brillando
en el bolsillo.
Otra de las autoras  entre muchas que quisiera nombrar es la uruguaya Mercedes Calvo, que en su libro “Los espejos de Anaclara” percibe la poesía así:

 “Me preguntó mi nombre 
la lluvia clara 
yo le dije paloma 
de la mañana.

Me preguntó mi casa 
dónde quedaba 
yo le dije en el viento
entre las ramas.

Me preguntó mi vuelo 
quién lo guiaba 
yo le dije los pinos 
de la montaña.

Me preguntó quién era 
la voz de mi alma.
No supe contestarle. 
Quedé callada.”

Simple pero a la vez compleja, profunda, la niña se va buscando en los espejos y en ese tránsito se descubre. En estas tres mujeres, hay algo en común, el manejo poético del lenguaje que se guarda misterios y silencios, que conserva una cadencia interna y pueden transmitir emociones en pocas palabras, el sincretismo es su arma de producción.
Ver con el alma la poesía, poder saber de ella por esa magia simbólica que despierta, indagar en sus metáforas, en sus imágenes, dejarse transitar por la música que la lleva de la mano, ese, solo ese, puede ser el objetivo de la poesía. Hacer recorridos en poetas, obras, libros, descubrir, comparar estados interiores descritos. Dejarse llevar por las palabras sin rigores, sin tiempo, sin excusas. De eso se trata la lectura poética. Un tiempo sin esperas, siempre presente.

Ilustradores y obras:

Luciana Fernández: Nació en  Buenos Aires, Argentina. Se graduó en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón, en la especialización de escultura. Estudió en talleres de escultura y arte Contemporáneo.
 Hizo el seminario de ilustración infantil con Istvan Schritter y Claudia Legnazzi.
Participó en varias exposiciones individuales y colectivas. En la actualidad, trabaja como ilustradora para editoriales nacionales y extranjeras, y en publicidad. Es miembro de A.D.A. y del Foro de Ilustradores Argentinos.
Dice sobre ella: "En mi trabajo trato de buscar diferentes materiales que me permitan jugar con la luz y las texturas. La mayoría de las veces uso plastilina y la combino con collage, óleo, objetos encontrados, etc. Los originales son fotos digitales de alta definición." La tapa que se incluye es del libro Maqueta de autoría literaria de Iris Rivera. 
Libros para compartir:

Trece Modos de mirar a un niño, María Teresa Andruetto, Cecilia Alfonso Esteves, 2014, Comunicarte. 
La autora elabora el texto a partir de Trece modos de contemplar un mirlo, de Wallace Stevens y lo hace en homenaje a un poema que la acompaña siempre. El libro está enriquecido con la ilustración de Esteves que lo nutre de sentido. Una lectura paralela, todo asombro y detenimiento. Un poema sin tiempo. Dos miradas que se complementan mutuamente y se reflejan a través de las imágenes en la paleta de los ocres. 

Cabía una vez, David Wapner,2013 ilustraciones de Juan Lima, Calibroscopio. Un cuento que no lo es. Es un poema que se encadena una y otra vez de forma insólita en el que el lector es un visitante errante entre una página y otra, Tiene ritmo, mucho, intensidad y abundante delirio. Juegos de palabras y buena ilustración. 

 
Un cuento ¡grrr!, Graciela Bialet, 2013, ilustraciones de Juan Gedovius, editorial Norma.   
Tomi quieren que le lean un cuento pero a veces nadie tiempo para contarlos, entonces los cuentos se encargan de tomar vida propia,  hacen de lo suyo e invitan a los chicos a completarlos como quieran, de eso se trata este libro maravillosamente ilustrado.


Algo más para compartir
La aventura de la palabra, Sergio Andricaín, 2014. Miami. Fundación Cuatrogatos, Un libro que es resultado de una investigación que ha realizado el autor en el que recopila la voces de noventa autores iberoamericanos de LIJ  sobre dos aspectos: la relación de los autores con los libros: cómo nació y su vínculo con las palabras. Un libro para atesorar voces y testimonios. Una pena que todavía no se distribuya en Argentina.